
Venciendo la malnutrición tipo B
Cuando más apreciamos la salud es cuando la perdemos. Es fácil dar la buena salud por sentada si siempre la hemos tenido. La buena salud que dura no es solo cuestión de genes. Un factor importantísimo es la buena nutrición.
Cuando oyes la palabra ‘malnutrición’ ¿cuáles son las imágenes que te saltan a la mente? Normalmente pensamos en fotos de niños con piernas y brazos flacos y con la panza inflada. En los países desarrollados hay ahora algo que los expertos llaman ‘la malnutrición moderna’ o ‘la malnutrición tipo B’. “¿Qué es eso?” preguntas. La dentista y terapeuta nutricional, Alison Adams, nos da la siguiente respuesta:
Cuando más apreciamos la salud es cuando la perdemos. Es fácil dar la buena salud por sentada si siempre la hemos tenido. La buena salud que dura no es solo cuestión de genes. Un factor importantísimo es la buena nutrición.
Cuando oyes la palabra ‘malnutrición’ ¿cuáles son las imágenes que te saltan a la mente? Normalmente pensamos en fotos de niños con piernas y brazos flacos y con la panza inflada. En los países desarrollados hay ahora algo que los expertos llaman ‘la malnutrición moderna’ o ‘la malnutrición tipo B’. “¿Qué es eso?” preguntas. La dentista y terapeuta nutricional, Alison Adams, nos da la siguiente respuesta:

“En una palabra, la malnutrición tipo B es causada por la ingestión de calorías adecuadas o excesivas de alimentos nutritivamente deficientes. De manera que la gente que sufre de este tipo de malnutrición manifiesta toda suerte de quejas crónicas y de enfermedades degenerativas que con otras palabras son enfermedades de deficiencia.” [i]
En resumidas cuentas, el origen de gran parte de nuestros problemas de salud es una dieta que consiste casi exclusivamente en alimentos procesados. Sufrimos de la malnutrición tipo B. ¿Cuáles son las síntomas iniciales de esta malnutrición moderna? Una cintura que ha subido de 32” (81 cm) a 38” o 40” (96 cm o 101 cm), subir las escaleras resoplando, el cansancio crónico, la depresión, la frustración: estas son sólo unas cuantas de las advertencias de la malnutrición tipo B. Y por supuesto no puedo dejar de mencionar su aliado más cercano que es la falta de actividad física.
Bueno, ¿y qué es el remedio? La respuesta es muy sencilla y extremadamente difícil. ¿Qué? Sí, lo has leído bien. La parte sencilla es: cambiar tu dieta; eliminar de tu vida todos los alimentos procesados. Y ahí también esta la parte difícil. “¿Qué?” me gritas. “¿Prescindir de papas fritas? ¿las golosinas? ¿las hamburguesas? ¿las comidas precocinadas? ¡Imposible!”
¿Cómo, pero cómo puedo cambiar? La gran mayoría de nosotros aceptamos que nuestros alimentos super-procesados no son saludables, peor el problema es que estamos adictos a ellos. Nos es enormemente difícil prescindir de ellos. ¿Cómo pues cambiaremos? A continuación veremos 7 pasos para empezar.
[ii] Lectura fascinante (inglés): Clean Up Your Act: Why and How to Cut Processed Foods Cliquea para leer
En resumidas cuentas, el origen de gran parte de nuestros problemas de salud es una dieta que consiste casi exclusivamente en alimentos procesados. Sufrimos de la malnutrición tipo B. ¿Cuáles son las síntomas iniciales de esta malnutrición moderna? Una cintura que ha subido de 32” (81 cm) a 38” o 40” (96 cm o 101 cm), subir las escaleras resoplando, el cansancio crónico, la depresión, la frustración: estas son sólo unas cuantas de las advertencias de la malnutrición tipo B. Y por supuesto no puedo dejar de mencionar su aliado más cercano que es la falta de actividad física.
Bueno, ¿y qué es el remedio? La respuesta es muy sencilla y extremadamente difícil. ¿Qué? Sí, lo has leído bien. La parte sencilla es: cambiar tu dieta; eliminar de tu vida todos los alimentos procesados. Y ahí también esta la parte difícil. “¿Qué?” me gritas. “¿Prescindir de papas fritas? ¿las golosinas? ¿las hamburguesas? ¿las comidas precocinadas? ¡Imposible!”
¿Cómo, pero cómo puedo cambiar? La gran mayoría de nosotros aceptamos que nuestros alimentos super-procesados no son saludables, peor el problema es que estamos adictos a ellos. Nos es enormemente difícil prescindir de ellos. ¿Cómo pues cambiaremos? A continuación veremos 7 pasos para empezar.
- Informarme bien sobre por qué debo renunciar a los alimentos procesados. [ii]
- Comenzar de una manera razonable. No corras al supermercado para abastecerte de frutas y legumbres para luego dejar que la mitad se pudra.
- Limita las veces que sales a comer – sobre todo, evita los restaurantes de comida rápida. No es por nada que le llaman ‘comida chatarra’.
- Ponte metas alcanzables.
- Búscate amigos que te animan.
- Escoge una actividad física que te guste (o que te podría gustar) y dale treinte minutos de tu tiempo tres veces a la semana.
- Búscate un café, te o cacao saludable para acompañar tus comidas. (Ahora un anuncio comercial descarado de mi parte) Para mas información, rellena el formulario abajo.
[ii] Lectura fascinante (inglés): Clean Up Your Act: Why and How to Cut Processed Foods Cliquea para leer